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“¿Cómo enseñar a nuestros niños y jóvenes a ser solidarios?”

Según la pedagogía Montessori, los seres humanos atravesamos por distintos “periodos sensibles o periodos sensitivos”. Son etapas o momentos del desarrollo en los que estamos predispuestos y se nos hace más fácil aprender alguna habilidad en especial, utilizando nuestros sentidos y todo nuestro ser para lograrlo. De esta manera sucesivamente hemos pasado por los periodos sensibles de la marcha, el habla, el orden, la música, los idiomas, la escritura, el cálculo mental, etc. El periodo óptimo para la educación en valores ocurre entre los 6 o 7 hasta los 12 años. Algunos le llaman la “Edad de Oro” para educar en valores. Al comienzo de este periodo el niño termina de consolidar valores como la sinceridad y obediencia, disponiéndose a aprender otros importantes valores como la responsabilidad, laboriosidad, constancia, afán de superación y generosidad. La solidaridad y la justicia social son valores asociados a la generosidad y surgen junto con otros valores anexos como el compañerismo, amistad, lealtad, amabilidad, espíritu de servicio. El periodo óptimo para aprender a ser solidarios es de los 14 a los 20 años, etapa en que el joven desarrolla una mayor conciencia social. Para educar en valores hace falta contar con el modelo y ejemplo de los padres. Ya hemos visto que es importante ser coherentes entre lo que pensamos, decimos, sentimos y hacemos pues cuando los niños y jóvenes captan la incoherencia, actúan tal como nos ven actuar. Adicionalmente, para fortalecer los valores hace falta que los hijos desarrollen fuerza de voluntad. Así como el niño que empieza a caminar está todo el día intentándolo por más que se caiga o tambalee, de igual manera el fortalecimiento de los valores necesita persistencia y esfuerzo. Es más fácil ser “egoísta” que ser “generoso” o ser “perezoso” que ser “laborioso”. Tal vez será porque ahora tienen todo a la mano sin mucho esfuerzo, comenzando por el Internet que les da múltiples respuestas con tan solo un “click”, quizá en casa los adultos se ocupan de todas las tareas y ellos no tienen responsabilidades ni tolerancia a la frustración para resolver las dificultades por sí mismos. Por ello es importante que los padres ayudemos a los hijos a desarrollar su fuerza de voluntad, preparándolos para afrontar los retos que la vida futura les plantee. En cuanto a la solidaridad y sobre todo en esta pandemia, con los menores podemos incentivar la generosidad para con la familia y la organización del hogar: que dediquen parte de su tiempo libre a ayudar en tareas cotidianas como regar el jardín, ordenar la ropa, arreglar su cuarto, poner la mesa, lavar los platos, etc. Con los mayores además de lo anterior, podemos proponerles solidarizarse con la economía familiar y no ser tan demandantes con las compras, compartir su tiempo trabajando en algún voluntariado, donar parte de su propina. Y para los más emprendedores, organizar un pequeño proyecto para la elaboración y venta de algún producto, donando parte de sus ingresos a alguna causa social. En el colegio incentivamos la solidaridad enseñando a nuestros alumnos a trabajar en equipo, cuando forman grupos variados o ayudan al compañero que no entendió el tema de la clase, cuando se solidarizan con los que están aislados o afligidos compartiendo algún tiempo con ellos. Especialmente promovemos la solidaridad a través de los proyectos CAS, en donde los alumnos organizan actividades y proyectos para compartir con niños o jóvenes menos favorecidos de los colegios aledaños. Entre las actividades más significativas se encuentran las campañas de donación de útiles escolares y útiles de aseo, “La Carrera por un Techo” y “Haz feliz a un niño en esta Navidad”, actividad que nos permite apreciar la alegría tanto en los niños que reciben los regalos como en los niños y jóvenes que los entregan. Nada más solidario y a la vez más satisfactorio que ser artífices de la felicidad y regocijo de otro ser humano. Enseñemos pues a nuestros hijos / alumnos a ser solidarios y bondadosos. Mg. Gloria Elena Gurmendi Psychologist
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